Esta semana he comenzado a ver la serie Monstruos de Netflix. Como escritora de novela negra no puedo evitar fijarme en cierto tipo de detalles sobre los procedimientos forenses y policiales. En este caso me ha llamado la atención cómo el médico forense determina la hora exacta de la muerte de la víctima tras una rápida punción en el hígado. Como suele ocurrir, el alcance de la ciencia forense en la ficción suele diferir bastante de la realidad. Así que vamos a intentar despejar de una vez por todas una duda habitual:
¿Es posible determinar la hora de la muerte según la temperatura del hígado? ¿Y es factible hacerlo de inmediato y en la misma escena del crimen?
Monstruos de Netflix
Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez nos cuenta el famoso caso de los hermanos Menendez, quienes fueron condenados en 1996 por el asesinato de sus padres, José y Kitty Menendez. A lo largo de la serie, se explora no solo el crimen, sino también las alegaciones de abusos físicos y emocionales que los hermanos afirmaban haber sufrido y que utilizaron como parte de su defensa legal.
Y sí, el padre, José Menendez, es interpretado por Javier Bardem. En este caso no es un espejismo como el que sufrí con el parecido entre Lievre Schreiber y Jorge Javier Vázquez.
La escena de la que os hablaba pertenece al segundo capitulo y se desarrolla así:
Forense: Temperatura del hígado, 32 grados.
Investigador: O sea que murió sobre las nueve y media.
Forense: Diez.
¿Habéis visto que maravilla de precisión al minuto?
La temperatura del hígado y la hora de la muerte
En efecto, la temperatura del hígado puede proporcionar pistas sobre la hora de la muerte, pero no es tan simple ni preciso como se muestra en la ficción. Tras el fallecimiento, el cuerpo comienza a perder calor de manera progresiva. Este fenómeno, conocido como algor mortis, es una herramienta que los forenses utilizan para estimar el tiempo transcurrido desde la muerte.
¿Por qué el hígado?
El hígado es uno de los órganos más grandes y mejor irrigados del cuerpo, lo que significa que retiene el calor durante más tiempo que otros tejidos. Los forenses pueden medir su temperatura con un termómetro especial para tener una idea de cuánto tiempo ha pasado desde que el corazón dejó de latir. En condiciones ideales, se puede hacer un cálculo aproximado de las horas transcurridas, pero hay muchos factores que influyen en la precisión.
Después de la muerte, el cuerpo pierde el calor progresivamente desde afuera hacia adentro, por eso es adecuado comprobar la temperatura en un organo interno. Pueden transcurrir entre 10 y 12 horas hasta perder el calor por completo. Pero no olvidemos añadir factores importantes como la temperatura ambiente y la ropa.
Factores que afectan la precisión de la estimación
Aunque medir la temperatura corporal es una técnica útil, hay varios factores que pueden alterar su fiabilidad:
- Temperatura ambiente: El entorno en el que se encuentra el cadáver afecta directamente la velocidad a la que el cuerpo pierde calor. En climas cálidos, la temperatura del cuerpo bajará más lentamente, mientras que en ambientes fríos, la pérdida de calor será más rápida.
- Ropa: Si el cuerpo está cubierto con ropa gruesa, la pérdida de calor se ralentiza, lo que puede falsear los cálculos.
- Condiciones del cuerpo: Factores como el tamaño y peso del fallecido, si estaba enfermo o si sufrió una hemorragia antes de morir también influyen en la velocidad con la que el cuerpo se enfría.
- Otros procesos postmortem: La rigidez cadavérica (rigor mortis) y la descomposición también son indicadores importantes que los forenses utilizan en conjunto con la temperatura para determinar la hora de la muerte.
¿Es suficiente para indicar una hora exacta de fallecimiento?
La realidad es que, si bien la medición de la temperatura del hígado puede ser un recurso útil, rara vez se utiliza de manera aislada en una investigación real. Los profesionales forenses emplean una combinación de métodos para aproximarse a la hora de la muerte, lo que hace que la narrativa criminal gane realismo si se tienen en cuenta estas variables.
Otras técnicas para estimar la hora de la muerte
Además del algor mortis, existen otras parámetros a estudiar para indicar la hora de la muerte:
- Rigor mortis: La rigidez muscular que se presenta tras la muerte suele comenzar entre 2 y 6 horas después del fallecimiento y puede durar entre 12 y 48 horas. Su aparición y duración dependen de las condiciones físicas y ambientales del cadáver.
- Livor mortis: Este fenómeno describe el asentamiento de la sangre en las partes bajas del cuerpo debido a la gravedad, lo que provoca manchas violáceas en la piel. Su aparición comienza a las pocas horas de la muerte y puede dar pistas sobre la posición del cuerpo y el tiempo transcurrido.
- Descomposición: En fases más avanzadas, la descomposición del cuerpo puede ofrecer pistas valiosas. El proceso varía dependiendo de las condiciones ambientales y la presencia de insectos, que pueden ayudar a los forenses a hacer estimaciones temporales muy precisas.
- Entomología forense: Los insectos juegan un papel crucial en los casos de cuerpos en descomposición. El tipo de insectos y su estado de desarrollo proporcionan pistas sobre cuánto tiempo ha pasado desde la muerte.
¿Realidad o ficción en la novela negra?
Así que ya sabes, si estás escribiendo una novela negra y deseas darle realismo a tu escena forense, incluir el uso de la temperatura del hígado es un buen recurso, pero debes tener en cuenta sus limitaciones o parecerá que estás escribiendo el guion de un capítulo de CSI. Para una mayor autenticidad, mejor muestra a los investigadores empleando múltiples métodos, desde la rigidez cadavérica hasta la entomología forense.
¡Feliz escritura!
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