«Cherchez la femme», cuando la mujer siempre es la culpable

El concepto «Cherchez la femme», que se traduce literalmente como  «busca a la mujer», fue popularizado por el novelista Alexandre Dumas en su obra «Los Mohicanos de París» en 1854.

Esta expresión  sugiere que detrás de cualquier situación problemática o sospechosa hay una mujer involucrada, ya sea como responsable, cómplice o instigadora. En definitiva, que la mujer siempre es la culpable de todos los males que sucedan.

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Origen y significado de «Cherchez la femme»

La expresión «Cherchez la femme» proviene de la observación recurrente en la literatura y el cine noir de que la mujer suele estar en el epicentro de cualquier conflicto. En la novela de Dumas, un detective sugiere buscar a la mujer para entender la raíz de un problema​.

Este es el debut de la frase en la novela:  Cherchez la femme, pardieu! cherchez la femme!

Dumas también la empleó en su adaptación teatral de 1864:
Il y a une femme dans toutes les affaires; aussitôt qu’on me fait un rapport, je dis: «Cherchez la femme!»

En castellano: Hay una mujer en todos los casos; tan pronto como me traen un informe, digo: ¡Busca a la mujer!

Con el tiempo, el concepto «Cherchez la femme» evolucionó hasta convertirse en un cliché de la literatura pulp detectivesca: no importa cuál sea el problema, una mujer es a menudo la causa del mismo y el catalizador de la perdición del hombre.

Esta noción acabó por moldear el arquetipo de la femme fatale, caracterizada por su enigmática presencia, su belleza y elegancia y una habilidad innata para manipular y salirse con la suya.

Novelas clásicas que utilizan el concepto «Cherchez la femme«

«El sueño eterno» de Raymond Chandler
La novela sigue los pasos de Philip Marlowe (Humphrey Bogart en la película), un detective duro y solitario al estilo clásico que investiga un caso de chantaje en una familia acomodada. Ambientada en Los Ángeles, la trama discurre en un entorno oscuro y corrupto con la presencia de la femme fatale Vivian Sternwood (la formidable Lauren Bacall en la pantalla grande).

«Que el cielo la juzgue» de Ben Ames Williams
Interpretada en el cine por Gene Tierney narra la obsesión de Ellen, su personaje, una mujer posesiva que intenta mantener el control sobre su marido de una forma enfermiza.  No entra en sus planes compartirlo con nadie y llegará hasta donde haga falta. Tenéis que verla, de verdad que Tierney está maravillosa en esta película.

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El concepto «Cherchez la Femme» hoy en día

Hoy en día, el concepto «Cherchez la femme» y su afín «femme fatale» desprenden cierto aroma anticuado e incluso sexista. En la actualidad tambien buscamos a «la mujer» aunque ya no la vemos exclusivamente bajo ese prisma trasnochado de ser el centro de todo mal,  sino acercándonos al rol de mujer empoderada que es capaz de todo con tal de alcanzar sus metas. Sí, matar está en la lista de cosas admisibles con tal de salirte con la tuya.

Algunos ejemplos de estos angelitos los encontramos en las siguientes novelas.
«Mi nombre era Eileen«

Una novela de la autora estadounidense Ottessa Moshfegh. Está ambientada en Nueva York en la década de 1960, y nos habla de Eileen, una chica de 24 años atrapada entre el cuidado de su padre alcohólico y su empleo de administrativa en un correccional de menores. La llegada de una nueva directora en el centro la convertirá en cómplice de asesinato.

Como matar a tu familia
Un título muy inspirador.  Bella Mckie nos cuenta cómo su protagonista descubre que el padre millonario que la abandonó ha ignorado las llamadas de auxilio de su madre moribunda. Jura venganza y se propone matar a todos los miembros de su acaudalada familia. Ya lo dice bien claro en la portada: no puedes elegir a tu familia, pero sí te la puedes cargar.

«La boda de Samantha Parker«

La boda de Samantha Parker es mi última novela.  Es una historia de suspense donde os cuento como Sam Parker, una abogada londinense, prepara su boda en el idílico lago italiano de Garda. Está a punto de cumplir los treinta y nada la aterroriza más que llegar a esa fecha soltera. Alguien se interpondrá en su camino y hará peligrar su boda de ensueño y su vida idílica de niña bien. Aunque ya hemos dicho antes que nuestras femme fatales están dispuestas a cualquier cosa para conseguir sus objetivos y Sam no será una excepción. ¿Te vienes de boda al lago de Garda?

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¿Y tú? ¿Cuál es tu femme fatal favorita?

 

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